Desde que en el año 1.990 el gobierno camerunés dejara de proporcionar agua a los centros urbanos, la mayoría de la población de la capital comercial de Douala ha tenido que recurrir a cavar sus propios pozos, que a menudo están contaminados. Pero hace 6 años, una estructura lustrosa y futurista surgió en uno de los barrios más pobres de la ciudad.
La construcción es única. La fuente se asienta sobre un brillante marco de metal cubierto de una marquesina que imita a una mariposa.
Los ingresos de este novedoso manantial se dividen en tres partes: una para el encargado, otra para la compañía de aguas y otra para un comité local que se ocupa de su mantenimiento.
El proyecto ha tenido tanto éxito que el Banco Mundial decidió construir en los alrededores otras dos fuentes, con un coste de 10.750 dólares cada una. Sin embargo, debido a la falta de comunicación hacia las comunidades implicadas, 4 años después de su construcción estas otras fuentes todavía no funcionan.
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